El alcohol es una toxina que resulta nociva para el organismo que interfiere negativamente cuando se quiere alcanzar una piel saludable y radiante.
Un consumo desmedido de bebidas embriagantes tiene como resultado efectos negativos internos y externos a nuestro cuerpo. Según el National Institute of Alcohol Abuse and Alcoholism (NIAAA), se recomienda una porción de alcohol por día para las mujeres y dos porciones por día para los hombres, ya que las mujeres procesan el alcohol de manera diferente a los hombres. El alcohol aporta un alto nivel calórico al porcentaje diario de consumo de alimentos esto, en consecuencia, afecta la metabolización de grasas y sustancias en el cuerpo. Al mismo tiempo se acumulan líquidos y toxinas dañinas que causan la aparición de celulitis y acné en la piel. La ingesta prolongada de alcohol ocasiona la absorción deficiente de nutrientes y vitaminas esenciales para el funcionamiento adecuado del organismo. El alcohol provoca la carencia de vitamina B1 en nuestro cuerpo, afectando la regeneración y reemplazo de células nuevas. Esta vitamina es esencial para mantener el corazón y un sistema nervioso saludable. La absorción de calcio para los huesos y dientes también se ve afectada. Los altos niveles de alcohol en la sangre, sobrecargan el hígado y los riñones ya que estos son los órganos encargados de sintetizar el alcohol. Ante el mal funcionamiento de estos órganos, la piel podría tornarse amarillenta.
El alcohol es considerado un diurético y por tal razón provoca la perdida de líquidos en nuestro cuerpo por medio de la orina. La deshidratación en la piel promueve la aparición de arrugas y muestras de envejecimiento prematuro y afectan el flujo normal de oxígeno en la epidermis. Además provoca una desaceleración en la producción de colágeno y elastina, ya que afecta la producción de vitamina A, encargada de la renovación, luminosidad y tonalidad en la piel. A pesar de que en ocasiones estamos relajados al ingerir alcohol el efecto es totalmente adverso. El etílico o etanol en las bebidas alcohólicas es un depresor del sistema nervioso dando lugar a un aumento en el nivel de hormonas de estrés y una alteración en la presión sanguínea. La dilatación de vasos sanguíneos y el rompimiento de venas y capilares visibles dan a lugar la aparición de manchas rojas (rosácea) e hinchazón en la piel. Cuando estamos en situaciones de estrés ocurre, como respuesta niveladora, una liberacion de cortisol además de que se suprime el sistema inmunológico haciéndonos propensos a contraer enfermedades. Esta hormona a su vez reduce la producción de colágeno. Las investigaciones realizadas por el National Institute of Health (NIH), señalan que el consumo prolongado de alcohol está ligado al envejecimiento prematuro del cerebro lo que provoca la aparición temprana de Alzheimer.
La clave para evitar que nuestro cuerpo se deteriore está en mantener un control al momento de consumir bebidas alcohólicas y adoptar estilos de vida saludables. Como hábito debemos de ingerir grandes cantidades de agua para mantener nuestro cuerpo hidratado de adentro hacia afuera.
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Based on a work at http://doctoradler.blogspot.com/2014/07/el-alcohol-inhibidor-de-la-belleza.html.
Referencias
Women. (n.d.). National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism (NIAAA). recuperado el 29 de julio, 2014, from http://www.niaaa.nih.gov/alcohol-health/special-populations-co-occurring-disorders/women